Publicidad fácil

Publicidad fácil

24/07/2024 - Todos te van a sugerir que lo hagas, pero, ¿en dónde? ¿Cómo? ¿Con qué recursos?

Todos tenemos que hacernos ver, estar en algún lado. ¿Pero qué me conviene?

Estamos habituados a cambiar de canal cuando viene la “tanda publicitaria”, a avanzar en las redes sociales, a saltar y/o esconder los emergentes, a darle fuerte a la “x” para que dejen de aparecer los molestos anuncios.

Pero el que no hace publicidad, se pierde. Entonces, ¿para qué hacer publicidad? El manual te va a decir que tiene como fin impulsar la demanda de un producto, marca y/o servicio.

Cuando vayamos a ver la historia de la publicidad, o la misma definición de RAE, vamos a coincidir en que el objetivo es la “divulgación de noticias o anuncios de carácter comercial para atraer a posibles compradores, espectadores, usuarios, etc.”. Ahí se nos suelen escapar algunas de las funciones más básicas y centrales: informar a nuestros clientes acerca de algo.

Por otro lado, en sus formas más elaboradas, transmite reputación -la de nuestro emprendimiento o los productos que comercializamos y/u ofrecemos-, le damos legitimidad, y -ya en el plano más profesional-, ayuda a moldear pensamientos, sentimientos y acciones en los potenciales consumidores.

Cualquiera de las miradas que queramos imponer, hoy tenemos que pensar en las dos opciones: publicidad en línea (internet y redes sociales) o fuera de línea, en los medios de comunicación, o soportes clásicos.

 

La elección suele ser compleja, confusa, o asusta. Es más “simple” movernos en aguas conocidas -una oportunidad para fortalecer el vínculo con quienes ya estamos comunicados-, y después se abre un abanico infinito.

¿Dónde están nuestros clientes? El mundo está para ello, para recibir nuestras ofertas.

Hasta hace poco nos centrábamos en dos o tres opciones de presencia digital. Tendemos a despreciar algunas de ellas para quedarnos donde nosotros creemos que está nuestra audiencia. Si te tomás el trabajo de probar distintas opciones, verás cuánto te sorprenden los resultados.

Por ejemplo, ahora se han dado cuenta que YouTube sigue dando muy buenos frutos en audiencia, sobre todo en los más jóvenes-niños/as. Es que, en la histórica plataforma, los anuncios se adaptan a las audiencias, haciéndolos más significativos, para ellos y su entorno familiar.

Huyendo de la pantalla televisiva, la publicidad también lo hace en busca de nuevos espacios. El streaming ya los tiene, y puede ser efectiva. Los gigantes como Twitch o Netflix ya están tomando nota de ellos. La plataforma más popular en España ya está triplicando su valor para aquellos que no quieren anuncios. Y ahí viene la puja, la sobreoferta de plataformas pagas de streaming comienza a agotar a los consumidores y sus deseos de pagar por contenidos de calidad.

Aunque parezca desacertado, la publicidad básica es de las preferidas en localidades donde el marketing de cercanía pega fuerte: carteles, periódicos, afiches y volantes, todo lo tradicional, es la base de tu comercio cercano.

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