L.U.Z. la cara joven de la cultura musical
15/12/2022 - La esencia del rap y el Freestyle desde La Unión Zorzales. Es un grupo de expresión de cultura autosustentable. Buscan inclusión, son abiertos a nuevas incorporaciones, reflexionan sobre su lugar en el mundo. Nacieron en los recreos, se fortalecieron en la plaza, empiezan a rodar.
Por Melina Gómez.
“El Freestyle no es todo bardear, no es atacar al otro. Las competencias consisten en mantener un diálogo y poder responder a lo que el otro te habla. Es arte y, por más que te estés matando, se termina la batalla y listo. Como los boxeadores que terminan abrazados, esto es un boxeo verbal”. (Berre)
“Es estilo libre, mostrar tu estilo arriba de un instrumental y gana la persona que para el jurado se haya llevado la palabra. A veces surgen batallas en las que te bardeas por cuestiones personales, pero se trata de demostrar con arte y ver quién tiene más ingenio para decir. Lo que más me gusta es que la gente en general se reprime pensamientos y cuando estás haciendo Freestyle al ser tan rápido, no hay manera de reprimir, empezás a soltar la imaginación”. (Linder)
La Unión Zorzales (L.U.Z) es un grupo (`crew´) que se formó en 2016. Hoy lo conforman Linder, Vasco_02, Mdfk Tomy, Berre, Manzana y Sanne. Prefieren sus nombres artísticos por practicidad, así es más fácil reconocerlos y encontrarlos en las redes. Se conocían, algunos compartieron recreos en la escuela y otros, de la calle. Los unió el rap, comparten la misma pasión por la cultura under, tienen habilidad para la música y sueñan con poder vivir de lo que les gusta.
L.U.Z en un principio eran dos integrantes. “Éramos dos contra el mundo”, cuenta Berre, uno de los fundadores del grupo. Él lo conoció a Vasco en el colegio, “era re guachín y estaba empezando con el tema del pucho, el loco siempre tenía cigarros y yo ¿de dónde iba a sacar puchos?”. Los demás “le tiraban un chamuyo para `soguearle´ el pucho, yo iba directo y siempre me convidaba”.
Al tiempo, Berre empezó a `tirar´ Freestyle en la escuela, en la parte de atrás donde se juntaban a fumar. Empezó a ver que otros chicos se arrimaban a escucharlo y le gustó ser “el centro de atención”.
“Nos juntábamos siempre en los recreos, yo tiraba el beatbox y él rapeaba, se juntaba toda la escuela, nos escuchaban. Un día Mónica nos dijo que iban a hacer un acto por el día de la bandera, si queríamos hacer una canción. Le dijimos que sí, escribimos, hicimos una letra y cuando terminó el acto se sintió re piola. La gente nos aplaudió y fue como un éxtasis. Ahí dijimos de juntarnos para hacer esto más seguido y así se formó L.U.Z”, completa Vasco.
Si bien a la hora de presentarse en las competencias de Freestyle lo hacen de forma individual, el grupo los representa. “La `crew´ es la que te respalda, es como una banda de música. Es necesario armar un grupo porque sabemos que si se necesita gente que grite por lo que estás diciendo, estamos nosotros y a la salida si perdiste, gente que te diga igual estuviste bien”, explican.
Así, en las batallas que consisten en dialogar a través del rap, donde las rimas y los conceptos tienen un papel fundamental y `el aguante´ de los compañeros genera la euforia, es el lugar en el que más cómodos se sienten. Donde lo más importante es disfrutar, aprender, mostrar el estilo propio y conocer nuevos.
Los integrantes del grupo tienen como amuleto una cadena con una medalla en la que se ve grabado L.U.Z. Cuando compiten, el que llega más lejos se la queda y la puede lucir hasta la próxima competencia. “Es el peso de la `crew´, a esta cadenita no la quiero perder por nada”, dice Linder mientras la aprieta con su mano. Él, por conseguir el tercer puesto en la última BL que tuvo lugar en la sala de Artecon el 12 de noviembre, luce orgulloso ese “tesoro”.
Los músicos reconocen que no sólo se dedican al rap, también experimentan otros géneros como punk-pop y trap. Tomy y Linder comenzaron a competir hace aproximadamente un año y medio. “Desde que empecé a ver que acá había `compe´, vi que hay gente que hace lo mismo que yo. No me anotaba porque no me llamaban la atención pero rapeaba con mis amigos. Cundo empezó a haber menos empecé a salir a otras ciudades, me iba a dedo a competir a otros lugares y conocí mucha gente, distintos estilos”, recuerda Linder sobre sus inicios.
Desde hace un tiempo, L.U.Z organiza todos los domingos las Liver Express aunque ellos prefieren llamar `Compe Manija´. Son competencias nocturnas, las hacen en la plaza frente al Skate Park ya que es “un lugar histórico para el rap en Bolívar, las raíces del hip hop están ahí, se hicieron las primeras competencias y nos juntamos todos”, definen.
La modalidad que utilizan es poner 100 pesos cada uno para inscribirse, participar y la persona que gana, se lleva lo recaudado. “Es lindo porque cada uno paga el arte del otro. Ponemos plata para el que gane en esa fecha y nosotros mismos le pagamos el premio. Autosustentamos nuestro propio premio y las puertas están abiertas si alguien quiere poner otros”.
En esas juntadas, la invitación es abierta a quien quiera mostrar su arte. “Siempre que haya respeto, quienes bailen, canten, pinten, todo lo que esté relacionado con la cultura artística, lo pueden ir a mostrar y nosotros vamos a estar encantados de darle espacio. Cualquier persona que haga arte y quiera compartirlo, las puertas están abiertas para todos”, coinciden en afirmar.
“El único género que nos importa es el que suena en el parlante”
Respecto a la participación femenina en las competencias, es una minoría. “Estoy seguro que hay mucha gente que rapea en Bolívar pero no se anotan porque es un círculo donde tenés el centro de atención y eso acumula muchos nervios”, analiza Tomy. “No es que alguien dijo en algún momento que esto es para hombres, se dio así. Si no se ven muchas mujeres es porque quizá no se animan, como nos pasó a todos al principio. De a poco se van viendo más y dan ganas que sigan apareciendo”, agrega Berre.
Aseguran que en la `crew´ son variados y no le cierran la puerta a nadie. “La armamos para no dejar pibes afuera, que anden solos. Si viene una chica a querer anotarse a una `compe´ y no tiene quien la acompañe, ahí vamos a estar los pibes. Hacemos las `compes´ para que se muestren y se siga sumando gente, porque es tan a pulmón que es un trabajo que nadie reconoce”, dicen más adelante.
“A nosotros el único género que nos importa es el que suena en el parlante, si hay rap de por medio me importa tres carajos quién está rapeando. Si me transmite algo, voy a gritar. Dejar a alguien de lado por ser mujer, sería completamente lo contrario a lo que es el rap y el hip hop, que nació por la inclusión, y el que diga que una mina no puede rapear, no entiende nada”, marcan Linder y Vasco.
De todos modos, los músicos admiten que sienten una presión extra al momento de enfrentar a una mujer en una batalla. Desde el punto de vista de Berre, “entra el concepto de que como es mujer hay cosas que si las decís, te tirás al público y al jurado en contra. Muchas veces se tiran rimas que no es lo que pensás, es lo que rima, pega y tiene coherencia. Limita decir algunas cosas porque somos conscientes que la palabra tiene peso y si bardeás a una mina, en el momento no se va a entender que es Freestyle, podés quedar como un machista”.
Situaciones similares ocurren cuando el rival es un menor o alguna persona con discapacidad. “Es pesado porque en el momento te replanteas un montón de cosas por ideología. Cuando me toca algo así me planteo ver cuál de los dos es más rapero. Tengo la presión, pero no la expongo porque no me baso tanto en la rima sino en el concepto”, declara Linder.
Freestyle: el trabajo soñado
A la hora de hablar a futuro, sobre las próximas competencias a las que piensan ir, es inevitable mencionar el tema laboral. Quienes tienen sus empleos por fuera de la música deben decidir o coordinar que los tiempos no se interpongan para poder cumplir tanto con el trabajo como con su mayor deseo que es participar de una encuentro de Freestyle.
“Esto es cultura, como fue en su momento el tango, hoy en día llegó el rap a Argentina y es algo que hace crecer a la gente, abre la mente. Antes de ver a unos pibes y pensar que son malandras porque están rapeando, en realidad son pibes que están disfrutando, se están buscando la vida, estar contentos y hacen lo que les gusta”, opina Vasco.
“Sé que tengo que trabajar toda la vida y espero poder disfrutarlo. Cuando estoy trabajando estoy esperando que llegue fin de mes para conseguir un billete e invertirlo en la música que es donde también tengo que seguir trabajando para ver un fruto. Cuando me gané una hamburguesa en una competencia, la disfruté como si me hubiese ganado un auto y trabajando me compré cosas más caras, pero si me lo gano con lo que me gusta hacer, vale mucho más. Prefiero que me de dos pesos algo que me gusta a que me de 30 lo que no y lo termine malgastando”, cuenta Linder.
“Preferimos ser felices haciendo lo que nos gusta. Sabemos que tarde o temprano el amor que le tenemos al rap y a esta cultura, nos va a devolver algo y si no nos lo devuelve, solo buscamos a cambio felicidad”, termina Tomy.
Contactos: para conocer, apoyar y enterarse de las competencias, las cuentas de Instagram son @l.u.z_rapcrew, @liver.express, @mdfktomy, @_linder_, @_vasco_02, @octazanassi, @x_b.e.r.r.e_x, @isaac473p