Lo bueno de llegar a viejo
17/01/2024 - La adultez de los mayores se suele identificar con un período de decaída de las personas, sin embargo, algunas cuestiones mejoran con el tiempo.
Con el paso del tiempo aparecen algunos problemas. Sin embargo, otros se potencian positivamente.
Quizás estemos más arrugados, cambia el color del pelo o no lo está, se sube de peso… y tal vez no importa. Es que con los años la seguridad en uno mismo (autoestima) va mejorando.
Siempre hemos puesto los veintipico como uno de los mejores momentos de la vida, sin embargo, estudios de opinión han establecido que las mujeres lo suelen tener entre los 40-44 años y los hombres a los 45-49.
En una sociedad que hace un culto de lo juvenil, a veces hasta el absurdo, una mirada que escape al edadismo y al consecuente proceso de deterioro inevitable, parece torcer la realidad. Pero hemos estado cayendo en un mero relato.
Nuestro cerebro no tiene su mejor momento sobre los 20, sino que va cambiando y se desarrollo durante toda la vida. Podemos aceptar que la memoria operativa pueda mermar, pero (citando a Harvard), con los años “el cerebro mejora a la hora de detectar relaciones entre diversas fuentes de información, capturar mejor el panorama más amplio, y entender las implicaciones globales de problemas específicos”, casi un buen argumento para hacernos sentir más sabios.
Por su parte, el investigador Michael Ullman (neurocientífico) da cuenta que hay dos funciones clave del cerebro que mejoran con el envejecimiento. Una de ellas es la orientación y la otra la “inhibición ejecutiva, que inhibe la información distractiva o conflictiva, permitiendo que nos concentremos en aquello que es importante”. Pero también hay otros aspectos de la cognición que mejoran, tales como “el vocabulario y la regulación emocional (la capacidad de controlar tus impulsos)”, de forma que “todas estas cosas que mejoran lo hacen, posiblemente, en razón de la experiencia”, aunque el aprendizaje sea más lento.
Aunque nuestras defensas tienden a debilitarse con el paso del tiempo, nuestro sistema inmune se ha fortalecido gracias a los diversos patógenos que ha encontrado a lo largo de los años. Ante las enfermedades, nuestro cuerpo aprende a responder de manera tal, que algunas enfermedades no nos llegarán, como una gripe o la disminución de las alergias.
Aparece la hoy conocida forma de U que tiene nuestra felicidad, es decir que, al entrar a la adultez, la gente es relativamente más feliz, como al principio de nuestras vidas. Es que al envejecer comenzamos a disfrutar más de la vida, a tener miradas más positivas.
Por su lado, en la Universidad de Westminster (Dana Rosenfeld) explica que “tendemos a enfocarnos en los recuerdos e información positiva, y nos volvemos mejor en regular nuestras emociones”. Por último, desde Standford, Laura Carlsten, profesora de psicología, aduce que los humanos tenemos “la capacidad única de los humanos de reconocer nuestra propia mortalidad y monitorear nuestros propios horizontes temporales”, de ahí la capacidad de vivir mejor en el presente.