La artista dialoga con la obra

La artista dialoga con la obra

15/07/2023 - Silvina Vergara cambió rotundamente su vida cuando decidió dedicarse al arte. En julio realiza su primara muestra pública en La Cultural. Para ella cada cuadro es un dar a luz, una danza entre su historia y lo plasmado, que, a su vez, es reinterpretado por el público.

La kinesiología dejó espacio a expresión artística en la vida de Silvina Vergara. Sus cuadros se han expuesto en España, en el Arco de Madrid, y por primera vez, Bolívar podrá apreciar sus creaciones en una muestra, “Encuentro entre los tiempos” que se realizará entre el 24 de julio y el 12 de agosto en La Cultural.

La artista relata que a su profesión la tuvo que dejar por “problemas físicos” que la llevaron a la decisión. Pero con “el arte había empezado antes, como explorando, viendo qué pasaban con las emociones, ya cerca de mis cuarenta años”, en forma paralela. Después de la intuición inicial, “comencé a conocer herramientas, comencé a tomar clases, primero con lápiz, me gustó el pincel. Más tarde hice más talleres, viajé a estudiar a Buenos Aires, y ahí me fui metiendo mucho más, un mundo maravilloso, inacabable, donde se representa la vida misma. Primero hallando las herramientas, como el pincel, las distintas espátulas, y al acrílico como material propio; uno se retroalimenta con el profesor, y con otros compañeros o artistas. Así empecé”, sostiene.

Ya de lleno, “comencé a trabajar en el concepto del arte, ya mis técnicas y herramientas servían para volcar un concepto, una idea, que a veces surge más tarde”.

Ella se ha volcado al arte abstracto, lo cual es muy particular. Se justifica diciendo “que me otorga libertad, aunque a veces asusta, porque no sabés por dónde empezar, no hay una idea previa, se empieza jugando como un niño, es algo muy gestual. Eso supone total libertad de no sostenerte en nada, comienza con un caos -como los niños-, y eso representa una transparencia en la que te encontrás con vos misma, ahí la mente no se interpone”, analiza. Esa ausencia de límites es la que la invita al diálogo con la obra, “es como una danza el momento de producir” su creación, porque “el límite que uno tiene, el bastidor es un marco abstracto, dentro de algo eso se proyecta, va más allá. Y después te vas dando cuenta que esa obra, que fue gestual y salió de adentro, tiene un concepto, una idea, un hilo conductor. Y ahí es cuando te das cuenta que, después de muchos trabajos, se convierte en una serie de obras, que incluyen bocetos, dibujos… es como la vida misma, hasta que llegás a una obra que yo llamo nudo, que es la que te hace seguir ese mismo hilo conductor. Es algo inimitable en el que vas jugando con el color o la forma, que en algún momento se transforma en algo más serio, elegís qué dejás, qué necesitás transmitir, y eso te lleva a un cuestionamiento permanente que obliga a mucha perseverancia, y también a la acción, porque sino te quedás con la idea”.

En sus obras “busco mi esencia, encontrarme dentro de las obras, y eso se transmite cuando llega al espectador”. En el “Encuentro entre los tiempos” es “una serie de diez obras donde cada una se conecta con otra, donde el hilo conductor es un momento hacia mi propio interior donde me han marcado, generado una movilización interna de transformación y crecimiento que nos lleva a alguna manera de ser mejores, porque nos ha dejado una enseñanza. Pero ante el espectador, seguramente verá su propia mirada de la obra, lo va a observar desde su propia decodificación, ahí es cuando la obra cobra vida, lo que es gratificante para ambos, porque lo lleva a su propio mundo en el que interactúan el espectador, la obra y el artista”.

Reconoce que en la exposición ante otro “se genera una sensación de plenitud, porque el otro tendrá una observación propia. No hay obras lindas o feas, sino que transmiten sensaciones distintas”.

La muestra pública supone “un dar a luz una obra que se viene gestando desde hace mucho tiempo y que le doy vida. Genera un ciclo que me permite abrir otro nuevo. Además, me da una gran satisfacción que la gente pueda observar el trabajo de tanto tiempo y que le genere el mismo placer que significó para mí; invito al espectador a encontrarse ahí con la obra”.

Respecto al futuro, “seguramente viene un cambio, dejo que intuitivamente aparezca; ya tengo algún indicio, porque algo ya está presente”. No hay una ruptura, sino que “alguna continuidad también existirá, porque, aunque sea un nuevo ciclo, algo de uno perdura”. En sintonía aduce que “una obra se genera antes que uno se dé cuenta, y seguramente algo ya está dando vueltas”.

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