Jano Pacho, capturado por el tablero

Jano Pacho, capturado por el tablero

16/05/2024 - El ajedrecista local alcanzó el primer cuarto de siglo moviendo piezas. Desde muy temprana edad ha representado en forma sobresaliente a los bolivarenses. Es un juego “sumamente complejo, donde siempre vas a encontrar algo que nunca viste”. Destaca el rol de la Escuela Municipal de Ajedrez, y en ella la figura de Miguel Rodríguez.

Jano Pacho celebró sus 25 años en la práctica del ajedrez. Es uno de los referentes ineludibles de la práctica a nivel local, actividad que comenzó desde muy muy pequeño, por iniciativa de su padre, y así se sumó a las clases para aprender. Sumó importantes resultados, además de realizar una carrera dentro del deporte ciencia en forma particular, con apreciables logros.

Sobre su trayectoria en el ajedrez, Jano contó que “son muchos años y siempre traté de dar lo mejor de mí para este deporte, entregándome ciento por ciento desde mi tiempo, sobre todo al inicio, ahora no tanto por cuestiones de familia, laboral y otros factores que influyen para que uno no le pueda dedicar el tiempo necesario; pero siempre la pasión y emoción por el juego están vigentes”.

Jano empezó con sólo seis años en la Escuela Municipal de Ajedrez, cuando estaba el profesor Miguel Rodríguez, “quien impulsó este deporte en la ciudad, hasta que falleció y ya se van a cumplir 10 años de su partida. Lo extrañamos mucho y siempre lo recordamos en la escuela con toda la camada de jugadores de esa época”, recordó el ajedrecista.

Cuando llegó a la escuela, ya tenías algunas nociones básicas del juego ciencia. “Sabía los movimientos de las piezas que me había enseñado mi papá, en una tarde de lluvia que no sabía qué hacer conmigo”, contó entre risas Jano. Y agregó que “siempre me llamó la atención como se movían las piezas, por eso fue que Miguel, en el comienzo de la escuela, me aceptó porque era muy chiquito. Casi no sabía leer ni escribir, recién estaba arrancando la escuela primaria; pero me dejó sumarme porque los movimientos ya los sabía”.

Dentro de la Escuela de Ajedrez, Jano pasó por todas las categorías participando del Grand Prix provincial; también jugó campeonatos argentinos de menores, llegando a estar entre los diez mejores; participó de los Torneos Bonaerenses; Juegos Evita, siempre representando a Bolívar y, también, jugó una partida simultánea con Anatoly Karpov, en el año 2010, hecho que recordó como “muy especial, más allá del resultado que, obviamente me ganó; pero fue muy enriquecedor desde lo personal”. Para acceder a jugar con el maestro internacional, había que clasificar y ganarse el lugar, aunque Jano no recordaba muy bien el mecanismo. En ese momento, fue el único jugador de Bolívar que accedió a jugar con Karpov, con otros jugadores de ciudades vecinas.

Cuando se fue de Bolívar, hizo un párate con el ajedrez, para formarse profesionalmente. Y cuando regresó a la ciudad, en el año 2015, principios de 2016, retomó el ajedrez, compitiendo en el Campeonato Argentino Amateur. En el año 2018, empezó a tomar clases con el maestro internacional Jorge Rosito, que “me dio cierto salto en el juego porque conseguí el título de campeón de Bolívar, en 2019 y tuve una participación en el Abierto de Mar del Plata, que es uno de los torneos más importantes de la agenda anual del ajedrez. Finalmente, coroné ese año con el Prix Provincial anual ganándolo”. Luego, vino la pandemia y la forma de competencia pasó a ser on line; pero “nos frenó a varios que veníamos bien, en ese momento, con un impulso para seguir participando en forma presencial”, destacó. Tiempo después vino la familia: su mujer y su hijo, por el que grado de competencia no fue el mismo para Jano, aunque consideró que lo sigue haciendo como “un hobby, con mucha pasión por el ajedrez, siempre ligado a la escuelita y a lo que necesitan Mati y Nico, que son los profesores, siempre tratando de ayudar”.

Los dos profesores que quedaron a cargo de la escuela (Matías Rodríguez y Nicolas Luna) comenzaron juntos con Jano, como alumnos. “Somos de la misma generación con Mati, con Nico nos llevamos algunos años, pero todos estuvimos ligados al ajedrez y tirando todos para el mismo lado, por eso, les agradezco el reconocimiento que me hicieron porque es muy enriquecedor y uno siente que valió la pena tanto sacrificio puesto en esto”.

Durante la jornada del pasado 14 de abril, que se llevó a cabo la segunda fecha del Grand Prix del Centro, Jano, además del reconocimiento por sus 25 años en este deporte, aprovechó y jugó para la Escuela Municipal, luego de un año de no estar frente a un tablero, obteniendo el segundo puesto en su categoría, perdiendo una sola partida. “Estuve conforme con mi juego y lo importante es que la escuela anduvo bien y salió un lindo torneo, un poco opacado por el mal tiempo que hizo que muchas delegaciones se bajaran a último momento”, precisó.

Jano destacó sentirse “satisfecho” con estos 25 años ligados al ajedrez. Y redobló la apuesta, en ese mismo sentido, cuando indicó que “no puedo pedir más, súper conforme y desde donde me toqué voy a seguir sumando y dando una mano”.

Hace 25 años atrás, ni la escuela de ajedrez que recién iniciaba ni el propio deporte tenían una visibilización tan destacada como alcanzaron en los últimos años, hasta inclusive coronándose en el Gran Prix anual y obteniendo buenos resultados en los Torneos Bonaerenses con distintos representantes. “Desde ya que tuvo un crecimiento importante y, aún más, con la era digital donde, hoy por hoy, podes jugar con cualquier persona del mundo a través de una página de internet o lo que sea, eso ya te da cierta igualdad con el mundo. La importancia de la escuelita es sumamente valiosa, desde lo formativo y donde también se le inculcan ciertos valores para toda la vida, más allá del deporte. En los años `90 cuando arrancamos, la diferencia con chicos de Buenos Aires, que jugaban permanentemente torneos, era muy grande para nosotros y se nos hacía cuesta arriba nivelar el estado de competencia con ellos, ya que nosotros, no teníamos ese mismo roce de nivel. Esa diferencia era muy difícil de contrarrestar en una partida, por eso, era la gran dificultad de ese momento. Ahora está la posibilidad de tomar clases por internet y otros métodos, que fue lo que a mi me sirvió para dar un salto de calidad en mi juego. Hoy, todo eso está más a mano, antes tenías que ir a Buenos Aires con un profesor particular, que era muy costoso y complicado”.       

El juego de ajedrez, para Jano es un juego “sumamente complejo, donde siempre vas a encontrar algo que nunca viste porque siempre aparecen cosas distintas que te sorprenden, por eso, es tan atractivo, no sé si tanto para el público; pero para el que le gusta es muy vistoso, como ver una partida de jugadores que lo hacen muy bien, es divertido”. Y sumó que, como cualquier deporte bien jugado, “es lindo de ver y admirar desde afuera”.  

La idea es seguir apoyando al deporte y cuando el tiempo se lo permita, jugar alguna partida “si es en un lugar cercano que no demande demasiado tiempo, el bichito de querer jugar y participar está y, sobre todo, dar una mano a la escuela”, cerró.

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