Importadores de basura

Importadores de basura

22/04/2022 - Reducir, Reutilizar, Reciclar, Recuperar, conjuntamente con la educación ambiental y de las distintas campañas se chocan con la realidad de un país que se deshace en discursos. El ambiente y la economía capitalista no son compatibles.

El gobierno suspendió un decreto de 2019 por el que Mauricio Macri habilitó la importación de residuos, “incluido material reciclable, sin impedimentos para aquellos que no contaran con certificado de inocuidad”. El actual presidente, Alberto Fernández y los ministros de Ambiente e Industria se comprometieron a dar una propuesta superadora en el término de seis meses a partir de marzo de 2020. Todavía no se ha resuelto.

Mientras una encuesta de la Fundación Vida Silvestre en Argentina indica que al 91% de las personas les interesa el cuidado del ambiente y el 84% está dispuesto a involucrarse, desde el gobierno se dejó caer el tratamiento parlamentario de la Ley de Humedales y el tratamiento de la Ley de Envases, que permitiría reciclar en el país la basura que se importa, sigue frenada en el Congreso.

La organización Taller Ecologista informó que la multinancional Arcor importa entre el 35 y el 50 por ciento del papel y cartón que ingresa al país, consumiendo dólares de las reservas y compitiendo en el precio con el trabajo de cartoneras y cartoneros.

La Alianza Global para Alternativas a la Incineración (GAIA), ha explicado que en los contenedores de residuos importados, que se negocian entre privados, solo el 50 por ciento de los residuos son reciclables, por lo que el otro rol clave del Estado es establecer los controles sanitarios.

De las 40.000 toneladas diarias de residuos originados en Argentina, un porcentaje mínimo es recuperado y reciclado para volver a la reutilización industrial. Según la ONU, solamente se recicla el 6% de los desechos, en tanto colapsan los rellenos sanitarios y florecen los basurales a cielo abierto. Con sistemas de recuperación tercerizados o en manos de municipios con escasos recursos, la gestión de residuos impacta negativamente en la salud y el ambiente.

Paralelamente, los países pobres y dependientes se están convirtiendo en basureros importados desde los países centrales.

Desde el mismo Taller Ecologista se advirtió que a la Argentina “ingresan en mayor cantidad residuos de papel y cartón”, como también lo hacen “vidrios, metales, caucho, plásticos y textiles”. Aunque aclaran que, en el caso de los plásticos, “los datos son contradictorios” y el ingreso de este tipo de residuos no tiene un volumen considerable ni alarmante, como lo es en países como México, Ecuador o El Salvador.

Durante el 2021, sectores ambientalistas presionaron al Congreso Nacional el proyecto de ley de envases con inclusión social, lo que sí sucedió, pero nunca fue puesto en agenda para ser tratado en el recinto parlamentario ni en la prórroga de sesiones de diciembre ni en la convocatoria a extraordinarias de este 2022. El lobby empresario influyó en el freno de la normativa.

La misma organización mencionada expuso que se importan anualmente un promedio de “50 millones de kilogramos de residuos de cartón y papel, por un valor de unos nueve millones de dólares”, denunciando que Arcor posee entre el 35 y 50% de ese mercado.

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