El que alinea en Dorrego
19/12/2024 - Oscar Borrego no solamente es dueño de una de las más conocidas gomerías de Bolívar, también lo es de uno de los slogans más recordados. Hoy se dedica a comercialización de neumáticos, tren delantero, alineación y balanceo.
Oscar Borrego, se inició como empleado y luego, asociándose con sus hermanos, logró emprender su propio negocio, que logró inaugurar el 1 de noviembre de 1997 en sociedad con sus hermanos.
Borrego, contó en forma detallada, como fueron los inicios de su emprendimiento: “El proyecto comenzó en el año 1996 y era alquilar un local y comprar las herramientas necesarias para hacer los trabajos de alineación y balanceo. Para esto, me ayudó mi hermana, con quien hicimos una sociedad. Yo, trabajaba en una empresa del mismo rubro y estaba la posibilidad de salir y arrancar por cuenta propia”, expresó en un comienzo.
“Charlando con mi hermana - continuó son su relato -, ella tenía un terreno para hacerse una casa y, mi otro hermano, que vino de Pehuajó, tiró la idea de hacer el galpón en ese terreno que mi hermana no iba a usar porque ya había comprado una vivienda y luego yo se lo pagaba”.
Con respecto a la otra parte, que eran las maquinarias, Oscar se acercó al banco a solicitar créditos para su adquisición, al hacerlo “estaban todos los créditos disponibles, así que avanzamos con el galpón; pero nos faltó terminarlo. Hablé con mi hermano Julio para contarle la situación y fue él quien sacó un crédito para finalizar el piso y los revoques que era lo que había quedado, para que luego yo se lo devolviera”.
Pero el camino de emprender no fue nada sencillo, ya que cuando un año más tarde y con el galpón terminado, Oscar regresó al banco, los créditos estaban; pero debía presentar ganancias, “algo que yo no tenía porque ya había dejado mi trabajo y no había comenzado con mi negocio propio. Quería poner de garantía mi casa y el galpón que ya estaba a mi nombre; pero no se pudo. En ese entonces, el crédito era de 24 mil pesos para comprar la maquinaria”. Algo desahuciado, habló con su hermano, quien trató de buscar una solución. Así fue que “se comunicó con un amigo que le había vendido las máquinas hace un tiempo atrás para su negocio, ya que se dedica al mismo rubro en la ciudad de Pehuajó y le explicó la situación. Finalmente, todo se solucionó porque él mismo volvió a sacar otro crédito y su amigo le mandó las máquinas, en forma inmediata, que se pagarían cuando el crédito fuera otorgado”, detalló Oscar.
No sólo el hermano de Oscar sacó el crédito, consiguió que envíen las máquinas rápidamente, sino que también, vino a Bolívar y le trajo un set de herramientas, sobre todo, llaves para cada auto que había que reparar.
Para largarse por su cuenta, Borrego venía con 16 años de trabajo en la empresa Manghi, en el sector de alineación, con lo que ya tenía en su poder, una carta de presentación a la hora de caminar con su propio emprendimiento.
En su inicio, el galpón era de 10 por 20 y un día vino Ruiz, de la firma Panaro Ruiz, quien vio unas gomas afuera y surgió de él la idea de cotizar un galpón de 10 por 10 para sumar al ya existente. “Un día vino el padre de Mauricio Panaro y me dijo de empezar a hacer el galpón, en medio de una crisis grave y un gran parate, aunque debo aclarar que siempre trabajé bien. Así fue que se construyó, pagándole con la entrega de diez cheques, que a valor de hoy sería un kilo de helado cada uno”.
Ya contaba con el lugar físico, las máquinas y faltaban los insumos o repuestos. Para eso “hablé con varios proveedores a quien les dije que quería poner un taller y ver si me podían dar mercadería a consignación. La respuesta de un gerente, después que habló con su jefe de la ciudad de Olavarría, fue contundente: me trajeron 50 cubiertas Yokohama. Y después, a un vendedor de General Pico, le dije la posibilidad de tener algún repuesto como bujes y otros elementos y me trajo 100 amortiguadores y un tren delantero de cada auto que se trabajan en ese momento”, enumeró.
Consultado sobre la diferencia de emprender en ese momento y hacerlo en la actualidad, Oscar explicó que es muy distinto, por lo menos, en lo que concierne a este rubro: “Yo en aquel entonces saqué un crédito a cinco años con un año de gracia para la compra de maquinarias y hoy eso no existe, entonces, vos podías trabajar un año y después empezar a pagar. En estos tiempos, el que quiere arrancar le es muy difícil, por lo menos, en esta actividad. Hace cerca de un año pregunté para modernizar una máquina, que lo pude hacer sin cambiar el elevador y estábamos hablando de 25 millones de pesos y que hoy, deben ser 10 millones más”.
Oscar dijo llevar casi toda una vida en el rubro de alineación y balanceo, “empecé con Manghi donde estuve cerca de 16 años, hoy tengo 58 años y acá arranque en 1997, casi toda la vida en esto. Aprendí a trabajar en lo Manghi a quienes les agradezco muchísimo por la posibilidad que me dieron, porque no todos te enseñan y a mi, no sólo me enseñaron, sino que me educaron para ser como ellos. Son una excelente familia, de la cual, yo pude tomar lo de ellos, siempre con honestidad y haciendo las cosas con responsabilidad”.
Oscar destacó la presencia y ayuda de su hermano Julio en todo este proceso que inició en el año 1997, quien tiene la distribuidora oficial de Michelín, en Pehuajó, “me da la posibilidad de tener los mismos precios y es algo importante”.
Hoy Alineación Borrego se dedica a todo lo que alineación, balanceo, gomería, colocación de neumáticos, reparación de tren delantero, todo un servicio completo. Cuenta con una modernización de las máquinas y del conocimiento porque “todo ha avanzado”, expresó. “Los autos han avanzado mucho y yo me considero un profesional, entonces, nada tiene secreto, simplemente hay que dedicarle el tiempo necesario a cada trabajo. Hice esto toda la vida, lo he hecho bien y el trabajar me hace feliz, con llevar lo necesario a mi casa, vivir dignamente, darles educación a mis hijos y seguir para adelante con la compañera que tengo, es suficiente. Vengo a trabajar todos los días contento, es como venir a mi casa porque es mi negocio y no es algo menor. Claro que los mimos que me puedo dar me los doy porque la vida es un complemento”.
Contacto: Dorrego 755. TE 2314 424484