El fuego que es lumbre

El fuego que es lumbre

16/12/2021 - “Solo es una invitación que recibimos todos y tú, solo tú puedes elegir si asistir al banquete del Universo o quedarte en casa. Casa, esa zona de confort que, aunque a menudo es doliente, nos da una falsa seguridad que enaltecemos para auto convencernos”.

Por Verónica Ruiz.-

 

Es momento del fuego. Es momento de creer en lo divino y manifestarlo en la tierra. La caída de todo lo que hasta ahora fue conocido es inminente, y no hace caso quedarse resistiendo a los cambios ni abrazando el nostálgico recuerdo de lo que fue.

No estás obligado, claro. Solo es una invitación que recibimos todos y tú, solo tú puedes elegir si asistir al banquete del Universo o quedarte en casa. Casa, esa zona de confort que, aunque a menudo es doliente, nos da una falsa seguridad que enaltecemos para auto convencernos.

El fuego se ha preparado durante milenios y hoy puja por explotar hasta los confines de tus hormonas. Da un paso adelante con tu antorcha de luz, con tu grito primal, con tu energía vibrante y el sol en los ojos. Los próximos seis meses serán muy intensos, cuan embudo toda tu vida viene siendo vertida por el tamizador de las experiencias. ¡Se intensifican, sí! Son tu llamado más genuinos a decidirte a Hacer y Ser, para el mundo.

Nada nuevo tengo para contarte de este planeta que se debate entre llantos y condenas sin juzgar. Nada que la tierra no te haya gritado ya, tengo yo para esbozar. Nada que un niño en edad de prescolar no pueda reclamarte, puedo yo peticionar. Ya lo sabemos todo… ahora nos toca ser Sabios crecientes para tejer nuevos caminos hacia nuestra propia evolución. Nos pasaran cosas, si claro, miles al igual que ayer, pero ahora sabemos ir mas allá de ellas, sabemos abrazar nuestra humanidad, temer, celar, caer, perder, etc. y salir rápidamente de ellas y continuar viaje. No hay anclaje posible para quien decide construir, de hecho, sabemos que cada situación intensa la vamos cosiendo en barro y creando ladrillos para las nuevas estructuras. Política, religión, ciencia, ni economía, han podido torcer el espíritu humano, solo han acabado con sus propios inventos. Inventos que son monstruos de azúcar porque en bien le acercas un poquito de fuego sagrado se disuelven cuan chocolate. El cuento se ha terminado, por años dominaron todo y lo hicieron por medio del miedo, hoy sabemos que ningún miedo es mayor que el ser que lo cobija.  Pues no importa de cuanta tonelada sea tu temor, si tu albergas es porque eres más grande que él. Y, en segundo lugar, no olvides que, así como has sido programado para sostenerle en tu vida, puedes decidir hoy mismo, no darle más hospedaje. A menudo te encuentras de copas con él, le hablas, lo rechazas y hasta lo combates, y casi siempre parece ganarte. ¿Pero sabes qué? ¡No es por ahí!!!!!, no puedes luchar más con algo que tú mismo has creado y que existe en tu mente. Ganarle es habitarte, una morada perfecta eres, con espacio solo para ti, y si decides no darle esquina alguna, ya no lucharas porque ya no estará ahí.  Renunciá al miedo. Renunciá a la desidia, al hastío, a la pereza, al conformismo, a la victimización y a la cesión de poder por fuera de ti.

Es hora del alumbre, el fuego está ardiendo, las chispas divinas están tocando almas por doquier. Hoy la hoguera no quema ni condena a nadie como en la historicidad, hoy danzamos en paz alrededor del fuego inicial para dar vida a todo aquello que ya carece de ella.

¡Abre tu corazón al todo y ve la belleza de lo que acontece, solo y únicamente detiene, paraliza, enferma y mata, esa arma mortal que es el miedo, y vos estas a un paso de renunciar a él! Adéntrate en la experiencia de dejarle atrás y le veras derretirse como el hielo al sol. Y será entonces, cuando seremos libres de verdad. Una conciencia libre y sin miedo solo es capaz de dar, ser y vivir lo mejor. Somos muy grandiosos para seguir ocultos en la armadura gris del miedo conductor. Vacíate de todo lo que sabes, párate sobre tus propios pies despojado de toda creencia, toma tu poder propio y échate a andar hacia la nueva tierra, ahí te encontrarás.

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