Día mundial del Agua
21/03/2022 - Día mundial del agua: el 30% de la población mundial no tiene acceso al agua potable. En 2002 el acento se pone en las aguas subterráneas.
Los 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, uno de los objetivos propuestos por la ONU para llegar antes de 2030: agua y saneamiento para todos. Sin embargo, 2.200 millones de personas (30% del mundo) no tienen acceso al agua potable.
El agua es la base de las actividades sociales y económicas, dependiendo ellas del abastecimiento de agua dulce.
Desde la Cumbre de Río en 1992 se ha propuesto esta fecha para generar conciencia sobre el tema. También se incluyen otros como el actual Decenio "Agua para el Desarrollo Sostenible", (2018-2028). Todas las medidas tienden a tomar medidas que ayuden a la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental.
En 2022 el énfasis se pone en las aguas subterráneas, haciendo visible lo invisible, es decir las aguas que se encuentran bajo tierra, en los acuíferos (formaciones de rocas, arenas y gravas que contienen cantidades importantes de agua). Tras alimentar manantiales, ríos, lagos y humedales, las aguas subterráneas finalmente se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia y la nieve que se infiltran en el suelo y pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
La vida no sería posible sin ellas, hecho agravado con el cambio climático, donde -por ejemplo- las aguas del deshielo comienza a escasear cada vez más, como se visibiliza en la zona de Cuyo. La mayoría de las zonas áridas del planeta dependen por completo de este recurso, que suministra una gran proporción del agua que utilizamos para fines de consumo, saneamiento, producción de alimentos y procesos industriales.
Asimismo, las aguas subterráneas son decisivas para el buen funcionamiento de los ecosistemas, como los humedales -ley que sigue durmiendo en el Congreso- y los ríos.
Es por ello que debemos protegerlas de la sobreexplotación -extraer más agua de la que se recarga con la lluvia y la nieve- y la contaminación que actualmente las acechan, ya que puede desembocar en el agotamiento de este recurso, en el encarecimiento de su tratamiento y regeneración y hasta la paralización de su uso.
Este año, reivindiquemos el estudio, la protección y la utilización de las aguas subterráneas de forma sostenible para sobrevivir al cambio climático y satisfacer las necesidades de una población en constante crecimiento.