Contra la desertificación y la sequía
08/06/2023 - El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se conmemora el 17 de junio a fin de concienciar a la población mundial sobre los problemas y desafíos asociados a la desertificación, la sequía y la degradación de la tierra.
El Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía se conmemora el 17 de junio, tal como lo ha establecido la ONU a fin de concienciar a la población mundial sobre los problemas y desafíos asociados a la desertificación, la sequía y la degradación de la tierra.
La desertificación se refiere a la degradación de las tierras en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, debido a diversos factores como el cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales, la deforestación, la agricultura no sostenible y las prácticas inadecuadas de gestión de la tierra.
La sequía, por su parte, es un fenómeno climático caracterizado por la escasez de precipitaciones durante un período prolongado, lo que puede tener graves impactos en la disponibilidad de agua y en los ecosistemas.
Este día brinda la oportunidad de resaltar la importancia de la lucha contra la desertificación y la sequía, así como promover medidas para prevenirlas y reducir sus efectos. También se busca sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de proteger y gestionar de manera sostenible los recursos naturales, especialmente el suelo y el agua, para garantizar la seguridad alimentaria, la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
La lucha contra la desertificación y la sequía es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en particular el objetivo de garantizar la disponibilidad y gestión sostenible del agua y el objetivo de detener y revertir la degradación de la tierra.
En Argentina es un tema relevante debido a la presencia de regiones semiáridas y áridas en el país. Estas zonas, como el noroeste argentino y gran parte de la región de Cuyo, son especialmente susceptibles a la degradación de la tierra y la escasez de agua.
La desertificación en Argentina se ha convertido en un desafío significativo, especialmente en áreas rurales donde la actividad agrícola y ganadera depende de la disponibilidad de tierras productivas. Las causales del nuevo problema que afecta al país son las mismas que se mencionan antes, a lo que se suman las condiciones naturales de la denominada diagonal árida, a la que ahora se han agregado áreas de las regiones más productivas del país.
La sequía no solo tiene consecuencias en la agricultura y ganadería, sino en el suministro de agua de consumo humano y un fuerte impacto en la economía nacional. Para abordar estos desafíos, el gobierno argentino ha implementado diversas medidas y políticas. Se han promovido programas de conservación y restauración de suelos, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y la adopción de tecnologías que optimizan el uso del agua. También se han desarrollado iniciativas para fomentar la conciencia ambiental y la participación de las comunidades en la gestión sostenible de los recursos naturales.
Estos procesos incluyen un impacto negativo que también tienen implicaciones sociales y económicas más amplias. Estos fenómenos pueden contribuir a la migración forzada, la pérdida de empleos y la disminución de los ingresos en las áreas rurales. Por lo tanto, abordar estos problemas es fundamental para garantizar el desarrollo sostenible y la resiliencia de las comunidades en Argentina.