Bubba show
20/11/2024 - La pescadería que trajo el mar a Bolívar, que se convirtió en referentes del pescado fresco, que se animó a hacer del sushi una elección más a los gustos locales, hoy está haciendo de sus cenas shows un motivo más para su elección.
El comercio que emprendieron hace diecisiete años Ariel Miranda y Alejandra Alzueta sigue dando sorpresas y satisfacciones a la demanda de su público.
Como lo dice su eslogan, en Camarón Bubba, no solamente trajeron el mar a Bolívar, sino que en un momento decidieron hacer sushi, y lo hicieron con el maestro de referencia, Iwao Komiyama. “Todo eso aparece con los años, nosotros somos emprendedores, se nos ocurre una idea que después hay que implementarla, pero luego hay que sostenerla en el tiempo, que es lo más difícil. Todo eso lleva un gran esfuerzo mental y físico, nosotros, con Ale, le estamos poniendo todo, esto es la familia completa que está en juego, con lo bueno y con lo malo, porque no siempre podemos separar lo que ocurre en el trabajo o con la casa”.
Miranda se define como una “familia trabajadora, le ponemos toda la constancia permanentemente”. Abrieron en la Lavalle en el 2007, y en plena pandemia se mudaron a la Av. Brown, un local mucho más grande, “que, como particularidad, estaba al fondo”. Una vez que lograron instalarse en el lugar, el espíritu emprendedor de la familia los llevó a darle uso “a ese patio delantero, donde pusimos una pérgola donde agregamos mesas… siempre vamos escuchando a la gente, era algo que ellos nos pedían como para sentarse a comer unos mariscos aquí. Hoy viene gente al mediodía o a la noche y se llena de gente”. Esa la considera una etapa finalizada.
Recuerda el emprendedor que lo inicial era “fortalecer la pescadería, con las comidas de siempre, después fuimos incorporando el sushi, la barra de sushi, algunas mesas”, y siempre van agregando propuestas.
Las apuestas de los emprendedores son arriesgadas, han incursionado en innovaciones que fueron auténticas novedades al gusto local. “Pero si las pensás bien, no lo son, porque a la gente de Bolívar le gusta acompañar porque uno se la juega, pero también estás escuchando a la gente o viendo lo que falta. Nosotros nunca nos quedamos quietos, siempre estamos viendo qué nos falta o qué podemos agregar”.
No sabe si definirse como minucioso, pero “parece que es algo que pueda tener que ver con el sushi, con su proceso, es algo que es muy técnico, muy perfeccionista, uno siempre busca qué toque puede mejorarlo. Con Alejandra siempre tenemos una idea, como terminar el local, y ahora vemos que estamos cerca”.
En la búsqueda de mejores servicios, “siempre tenía pendiente tener pescado fresco para el día lunes, algo que he podido solucionar después de una búsqueda de 17 años. Así que ahora tenemos pescado fresco casi todos los días, los lunes, martes, jueves y viernes tenemos proveedores que van enriqueciendo nuestra oferta, algo muy difícil de lograr en el interior bonaerense. Eso es algo que nos pone muy felices”.
La era del show
“No es que hasta ayer éramos una pescadería y ahora tenemos un show, por el contrario, seguimos reforzando nuestra actividad central”, sostiene Miranda. Recuerda que “al cumplir tres años de la inauguración, en este local de Brown funcionaba Medium, el bar de Horacio Alonso. Para festejar organizamos una gran paella con show, vendimos las entradas porque no entraban más de 100 personas. Nos fue tan bien, y al quedar tanta gente afuera, al mes hicimos otra. También fuimos por varios años a trabajar a Carhué, haciendo cena-show, y nos fue muy bien, así que es algo que ya venía con nosotros. Ahora estaríamos en nuestra tercera etapa de desarrollo comercial”.
Para llegar al momento actual, hubo que invertir dinero y esfuerzos. Porque el local fue renovado cuando implementaron la barra de sushi, lo volvieron a hacer cuando pusieron mesas internas, y ante el pedido del público, volvieron a ampliar el salón para agregar el espacio destinado al escenario. “Ya hace unos meses que estamos haciendo algunos shows más seguidos”, en ello interpreta que tuvo que ver con que “hay un segmento de gente de alrededor de mi edad que no tenía a dónde ir, comer algo, tomarse una cerveza o un vino, ver un show y poder bailar algo. Era algo que queríamos ofrecerles”. Esto es muy dinámico, “es muy familiar, porque terminan cantando o tocan una zamba y salen a bailar, además es gente que viene todos los días a comprar el pescado”.
La inversión es inherente al emprendedor, “no tenemos un bolsillo gigante, necesitábamos darles comodidad a los artistas para sus shows. Ahora estamos organizando una agenda que va a garantizar un show cada sábado”, ya comprometidas las funciones hasta el mes de enero.
En la oferta “vamos variando, principalmente con bandas locales, aunque también estamos viendo de la zona y otras que puedan venir desde el Gran Buenos Aires”. En cuanto a los géneros “son todos, desde el rock nacional, covers, música latina, popular, folclore, para que todos se sientan cómodos. Por ejemplo, estuvieron Andrés Los Arcos y Rubén Gallo con La Delivery algo haciendo a la carta, muy divertido para la gente. Ahora nos está ayudando Sandra Renna a armar las fechas, siguen Sandra Santos, Cher, Laura Bertelli, luego el 30 de noviembre tenemos danzas de la mano de Suyai. Ya estamos casi organizados con el mes de diciembre, entre los que se destacan Alto Guiso y El Mando; y algunas fechas comprometidas para enero. Todavía nos queda meter algo de tango y milonga, que nos han pedido con bastante insistencia”.
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