Ambiente: la bajante del Paraná
12/08/2021 - La problemática con explicación multicausal tiene como eje el problema ambiental global y el mal manejo del sistema capitalista. Se podría reiterar.
Con dolor la humanidad va corroborando que la tierra es nuestra casa, y que en el ambiente todos los aspectos están relacionados. Sin embargo, hasta que no se manifiestan como emergencia, no tomamos conciencia de ellos, y aún así, luego se debe trabajar sobre las medidas de mitigación y remediación sin afectar sobremanera la ya afectada economía de las regiones más pobres del mundo.
Hoy la bajante del río Paraná se muestra como un fenómeno que ya no es único -es decir que es muy probable que vuelva a presentarse- y que se manifiesta de forma multicausal, donde se incluye a la economía, el calentamiento global, las represas existentes en diferentes puntos de la cuenca, la eliminación de humedales, la deforestación, comprendiendo territorialmente a todos los países que forman parte del mismo.
Desde el INTA, Pablo Mercuri, explica que el impacto no solo se observa sobre el cauce, sino que se propagan en lo profundo de los territorios aledaños. Explica que la “Cuenca del Paraná es un sistema complejo -represas, humedales, planicies aluviales, lagunas, delta- y de mucha extensión territorial", por lo que ocurre allí, “en otros grandes ríos del planeta (sea por excesos o déficit extremo) es un indicador de la gran problemática que el cambio global y climático genera sobre el elemento agua”.
Así, se verá afectada “la ganadería de islas, bajos y de áreas de ribera afectadas por la baja disponibilidad y calidad del forraje, así como por la falta de agua para bebida, los problemas en la captación de agua por las arroceras; también afecta a la apicultura dado el impacto en la floración de especies nativas o por la aparición de especies invasoras, la pesca comercial y la artesanal, y demoras para el traslado de madera en zonas del Delta”.
Desde el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación señalan que el caso tiene como antecedentes las bajantes de 1944 y 1971, pero que nunca “hubieran durado tanto tiempo, llevamos unos 20 meses con esta situación”, y como parte del alivio se esperan las lluvias primaverales en la cuenca alta.