Alimentarnos a costa del planeta
12/08/2022 - Ante una población creciente, la demanda de producción agrícola también aumenta y se hace a expensas de los recursos de la Tierra.
Vida Silvestre expuso un dilema que debemos enfrentar en el mundo, especialmente países con el potencial alimentario como el nuestro: ante una población creciente (para el 2050 sumaremos 2.000 millones) que necesita alimentarse, las prácticas agrícolas lo hacen a costa de los recursos de la Tierra.
La ONG precisó que “la forma en que venimos produciendo alimentos a gran escala debe revisarse para lograr un real desarrollo sustentable compatible con la alimentación de una población global que crece y con el mantenimiento de los servicios que brindan los ecosistemas. La pérdida de biodiversidad amenaza también la seguridad alimentaria por lo que las acciones para transformar nuestro sistema alimentario mundial se vuelven prioritarias”.
En un mismo sentido apeló al Informe Planeta Vivo 2020 (WWF) en el que reseña a nuestra región como la que “presenta la mayor pérdida de poblaciones de animales vertebrados entre 1970 y 2016”, alcanzando un alarmante 94%. De ello, lo que se subraya es que la variable más importante de “esta pérdida de biodiversidad es la producción de alimentos que provoca el cambio de uso y degradación del suelo convirtiendo hábitats nativos prístinos (como bosques y pastizales) en sistemas agropecuarios”.
Con un inevitable crecimiento población, sostiene Vida Silvestre, “habrá que alimentar a través de mayor producción de alimentos y de una efectiva capacidad de superar la desigualdad de acceso a los mismos. Pero la producción de alimentos es al mismo tiempo uno de los grandes contribuyentes a la emisión de gases con efecto invernadero (GEI), uno de los principales causantes de la pérdida de ecosistemas y sus servicios ambientales. Ambos efectos reducen a su vez la capacidad de los ecosistemas para producir biomasa, y constituyen por lo tanto una seria amenaza a la seguridad alimentaria global”.
Entonces, ante la doble demanda (requerimiento de más espacio para producir y mejorar el impacto ambiental), ambas acciones se relacionan a la forma en que producimos alimentos, a lo que debemos agregar temas que se vinculan, como la deforestación, bienestar animal, trabajo infantil, vulnerabilidad social y ambiental, uso de agroquímicos, entre otros tantos.
Aquí llega otro tema a incluir. Hoy se sabe que los “sistemas alimentarios actuales producen lo suficiente para alimentar a todos en el mundo, alrededor de la mitad se produce a expensas del planeta”. Situación esa que incluye una última variable, la dieta. “Es clave que las dietas se basen en el planeta para garantizar alimentos saludables y nutritivos y de esta forma ayudar a revertir la curva de los impactos negativos del sistema alimentario, pasando de uno que explota al planeta a uno que lo restaura para la naturaleza y las personas”, sostiene la ONG.