Alimentación, entre desequilibrios e impacto negativo
21/10/2021 - En la lucha contra el hambre, la distribución y acceso a los recursos, también es fundamental.
El 16 de octubre la FAO impuso el Día Mundial de la Alimentación, una fecha para reflexionar en el mundo sobre los problemas vinculados desde la producción al desigual consumo (obesidad, pobreza, desnutrición), impacto ambiental, entre otras.
Casi el 40% de la población del mundo (unos 3.000 millones) no tiene una dieta saludable.
Unos 2.000 millones de personas tienen sobrepeso u obesidad a causa de la mala alimentación y el sedentarismo.
Hasta ahí un problema de desigualdades que profundiza la pobreza en la división internacional del trabajo, todo a pesar de la industrialización del sistema productivo alimenticio. Sin embargo el 33% de los alimentos de la tierra son producidos por pequeños agricultores, con graves deficiencias en la financiación, capacitación e inclusión tecnológica.
La FAO explica que “los sistemas agroalimentarios emplean a 1 000 millones de personas en todo el mundo”, sin embargo, “nuestra forma de producir, consumir y, lamentablemente, desperdiciar alimentos le cobra un precio muy alto a nuestro planeta, ejerciendo una presión innecesaria en los recursos naturales, el medio ambiente y el clima”. Esa deficiencia cuesta billones anuales, pero fundamentalmente los sistemas agroalimentarios desnudan “desigualdades e injusticias profundas en nuestra sociedad mundial”.
Con el COVID-19 se evidenció la necesidad de cambiar las relaciones distributivas, los agricultores se enfrentan a los efectos del cambio climático, y la pobreza aumenta en la población que debe recurrir a los bancos de alimentos y la ayuda alimentaria, todo en un contexto de población creciente.
Ante la situación los gobiernos deben reconvertir su tradición de gestión, adoptando el fomento de “la producción sostenible de alimentos nutritivos asequibles y que promuevan la participación de los agricultores” (FAO), promoviendo “la igualdad y el aprendizaje, impulsar la innovación, estimular los ingresos rurales, ofrecer redes de seguridad a los pequeños agricultores y desarrollar la resiliencia climática”, todo en un contexto de relaciones económicas, sanitarias, educativas y ambientales que acompañen a los Estados desde el sector privado, la sociedad civil y la investigación académica.
Algunos datos que son interesantes para la FAO:
- Los sistemas alimentarios son responsables de más del 33% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
- El 14% de los alimentos del mundo se pierde debido a la recolección, manipulación, almacenamiento y traslado inadecuados, y el 17% se desperdicia por la parte de los consumidores.
- El 10% de las personas se ven afectadas por suministros de alimentos nocivos contaminados por bacterias, virus, parásitos o sustancias químicas.
- El cambio climático afecta a la población rural pobre, también al rendimiento o la productividad agrícolas.
- La biodiversidad está sufriendo y los suelos se están degradando como resultado de la agricultura intensiva.