Afianzar la Autonomía
15/10/2022 - Verónica Ruiz: "La dualidad es un negocio y otra vez, para unos pocos… al sistema le sirve la grieta, las divisiones, las fronteras, los partidos políticos..."
Residir en tu propia dirección, reconocerte una parcela divina en el terreno cósmico de la existencia. Asumir que llevas una identidad que has construido con mil pegatinas de todos los deberías haber…, una identidad con bloques de madera que a simple impresión se percibe como un muro pero que apenas le humedeces con aguas de la mar, se hincha, se abre, se pliega, se raja, se rompe. Darle lugar a la vulnerabilidad que yace en nuestros pies y que ha anidado desde siempre en nuestro interior, es parte vital de reconocernos reales.
Un mundo que ha pujado por mostrar y demostrar que a fuerza de mentiras, estafas y regateos se logra triunfar, nos ha sumido en la más terrible de las pandemias, LA FALTA DE FE; en nosotros mismos y claro que, ello, lo proyectamos en la vidriera de la realidad física social y emocional en la que coexistimos.
Un sistema que quedó sin cobertura, fuera de línea, sin capacidad para proveer señales claras de dirección y acción. Un sistema que desde los mandos y comandos parece más bien una wii con juegos desactualizados, con un sistema operativo que manejan unos pocos y a expensas del colectivo…
Las falacias, la idea de que “todo vale”, que podemos reaccionar de cualquier modo porque la presión es grande o el abuso es permanente, nos ha llevado aceptar lo impensado y a postergar lo soñado. Una suerte de dialéctica entre un Dios castigador y un gobernante que yace de espaldas al representado, se reescribe una y otra vez a lo largo de nuestra historia, y ya pasamos de ello. Hasta hace un tiempo miramos a uno y a otro analizando cómo contribuir para cambiar algo, pero se volvieron tan impunes que decimos ya no Ver. Adoptando una suerte de ceguera social, silencio visceral y apatía emocional, creando un micro mundo como burbujas que no han logrado salir de la segunda ola aún.
La misma mano que acaricia, puede pegar. El mismo puño que sostiene, suele soltar. Lo que escribo de puño y letra, puede la misma mano, acabar por borrar.
No existe tal cosa como bueno o malo. La dualidad es un negocio y otra vez, para unos pocos… al sistema le sirve la grieta, las divisiones, las fronteras, los partidos políticos, las divisiones sociales, los gremios, el fútbol, arriba y abajo, las banderas sexuales, los celestes y verdes, y cuanto más se fragmente dentro de un mismo color, más provecho les sacan a los sanos intereses del grupo en cuestión. Dividir ha sido la estrategia por amplio margen, ganadora del avance sangriento de una pequeña elite gris. Y nos lastimamos entre nosotros sin poder verlo. ¡Lo lamento tanto!!
Afianzar la autonomía, con seguridad propia, reforzando nuestro amor propio, constituyéndonos en seres pensantes que aportan valor a este mundo que reconstruimos cada día. ¡Rearmándonos como seres sintientes, que abrazan en la escuela, la calle y en casa también! Delineando estrategias para un nuevo YO, uno capaz de ir tras los deseos más profundos de realización personal, sin tener que, por ello, adherirse a ningún manipulador de turno. Afianzar la autonomía es decirles no a los tramposos, a los vendedores de humo, a los delincuentes oportunistas, a los que corrompen, a los que ensucian y manchan las profesiones y los sistemas.
La lucha nos entretiene y les da más poder… se ensanchan viendo como batallamos en su defensa y en sus despachos las alianzas son el vermut.
La verdadera lucha es UNA, y es únicamente contigo. Conocerte, actuar en coherencia, con entrega y amor, siendo servicio al hermano y en perfecta armonía con la Madre Tierra.
Cuando logremos este gran desafío, recuperaremos la fe en Dios, en La Vida y claramente en uno mismo, como parte de una Humanidad que ha llegado al momento histórico en el que elegirá, ¡destruirse o Trascender! ¡Nos vemos del otro lado de tu elección!