Ace para Do Porto

25/02/2025 - De jugador profesional de tenis a entrenador en México: la vida de uno de los referentes bolivarenses de ese deporte. Desde sus raíces en el Club Independiente a recorrer el mundo y radicarse en Monterrey. Hoy transmite a los jóvenes sus conocimientos y la experiencia de una práctica “muy demandante”.
Enzo Do Porto es bolivarense, desde noviembre del 2020 se radicó en México y allí es entrenador de tenis. En su carrera como jugador profesional llegó a ser ranking ATP y en la actualidad acompaña a chicos y chicas a competir en el circuito mexicano. Su objetivo a futuro es volver a vivir en Argentina, donde planea seguir vinculado al deporte pero también explorar otros horizontes.
El ex tenista aprovecha cada visita a Bolívar para recorrer el club Independiente, donde dio sus primeros pasos en el deporte y jugó sin parar hasta los 15. “Fue siempre mi casa, es el club donde pasaba todos los días cuando era chiquito”, recordó. Sus inicios se dieron gracias a su prima, Victoria Bissio, y poco antes de cumplir sus 5 años, Enzo cambió el fútbol por el tenis. Gustavo Biondini fue su primer entrenador hasta que se fue a vivir a Tandil.

“Tuve que cortar para buscar otro objetivo de entrenamiento e irme a Tandil, pero desde los 5 a los 15, ininterrumpidos, jugué en Independiente”, contó. En la ciudad serrana logró el profesionalismo, cursó los últimos dos años de la secundaria por internet para poder entrenar siete horas todos los días en doble turno y dedicaba su tiempo completo al tenis.
En su etapa profesional llegó a ser ranking ATP, “fue mi máximo logro”, definió. En su carrera jugó Futures, que son torneos profesionales organizados por la Federación Internacional de Tenis, y conoció Europa, Sudamérica y Estados Unidos. “Eso me dio mucha experiencia y fueron muy lindos momentos”, mencionó al respecto.
Los últimos tres años de carrera los hizo en Buenos Aires, a los 23 dejó de jugar y comenzó a trabajar como profesor. La decisión de dedicarse a la enseñanza se dio porque “fueron muchos años de carrera y por ciertos factores económicos y personales decidí cortar. Es un deporte que uno le entrega mucho y es muy demandante, a veces uno colapsaba mentalmente también”.
Tras jugar tantos años, Enzo aprendió el oficio y de “estar del otro lado del mostrador”, como llama a su faceta de entrenador, aseguró que “está muy bueno, porque también comparto mi experiencia a los más chicos. Es un trabajo muy pedagógico, enseñar no es fácil, es un deporte muy técnico, hay que tener mucha paciencia, pero trato de enseñar cómo me enseñaron a mí y la paso bien”.

En el mismo sentido, reconoció que tuvo “la suerte de crecer con la mejor generación del tenis” que integraron David Nalbandian, Guillermo Coria, Juan Ignacio Chela, Gastón Gaudio, Mariano Zabaleta y Mariano Puerta. “Nos mal acostumbramos a ver sábado y domingo finales de Argentina. Después fueron cambiando las etapas y otras generaciones en el mundo, Del Potro creció y ahora muchos chicos están emergiendo y son muy buenos”.
Cuando llegó el ofrecimiento y decidió emigrar a México, “fue un tema”, ya que por la pandemia en Argentina estaban cerradas las fronteras y las posibilidades de trabajo habían disminuido. “Me surgió la propuesta y acepté de una. Allá estaban empezando a abrir más que nada los deportes sin contacto, fue una oportunidad y aproveché”.
De esta manera, hace cuatro años Enzo es entrenador en el club Tenis Center de Monterrey, en México. Puntualmente se dedica a la enseñanza de academia de niños, niñas y adultos. “En el club hay un equipo de trabajo, mi jefe es Eduardo Vélez que es un ex tenista mexicano, él es ‘la cabeza’ de la academia de entrenadores. Mediante un entrenador en común, conectamos y fui para allá”.
En la actualidad, su trabajo le demanda un promedio de 9 o 10 horas diarias y aseguró que se siente “muy bien y muy cómodo” en el club que lo recibió como entrenador. Los chicos y chicas que entrena forman parte de la academia formativa que tiene como objetivo entrar en el sistema de becas de las universidades de Estados Unidos y jugar para la universidad en el equipo de tenis, pagando sus estudios a través del deporte.
“Su objetivo no tiene tanta perspectiva de jugar profesionalmente como se inculca acá, ellos tienen el objetivo de terminar su secundaria e ir creciendo en el nivel de tenis para luego obtener la beca. Son metas distintas, súper válidas, es un camino alternativo, pero ellos están muy emocionados con eso de obtener el prestigio de estudiar en la universidad de Estados Unidos y pagárselo mediante el tenis”, explicó.
Las personas que se forman en la academia Tenis Center compiten en el circuito mexicano y también juegan en Estados Unidos. Dado que Monterrey está muy cerca de la frontera con el estado de Texas, cruzan y juegan torneos allí, donde obtienen mayor experiencia por ser un circuito prestigioso. En el caso del bolivarense, acompaña a las y los jugadores a competencias del circuito mexicano que tienen sede en Cancún, Guadalajara, Puebla y Veracruz, entre otras ciudades.
Consultado sobre su vida en Monterrey, Enzo la definió como “la segunda ciudad más importante de México después de Ciudad de México, es una ciudad que ha crecido mucho en los últimos años a esta parte, hay mucho crecimiento industrial y debe tener por encima del millón de habitantes”.
El municipio en el que el entrenador vive con su novia, se denomina San Pedro, queda cerca de Monterrey y el lugar es “muy seguro”. Sobre la adaptación al llegar a su actual lugar de residencia, marcó que “es una ciudad muy similar a la Argentina en el sentido que a la gente le gusta hacer mucho asado, comer mucha carne y disfruta mucho del fútbol. A mí me gusta el fútbol también, soy un gran aficionado, y juntando esos dos factores se hizo más ameno”.
A su vez, al llegar a Monterrey se encontró con una gran comunidad de profesores argentinos tanto de tenis como de pádel, deporte que en el último tiempo también tuvo un crecimiento notable. “Somos una gran comunidad de argentinos que nos juntamos mucho y nos hacemos compañía mutua, nos llevamos muy bien y eso hace más llevadera la convivencia”, dijo.

Enzo viaja cada año para Argentina, particularmente a Bolívar, para compartir tiempo con sus afectos, su madre y su familia durante las fiestas de fin de año. Entre las diferencias que más nota al vivir en México mencionó que “acá somos mucho más afectuosos con los vínculos, eso no se nota tanto allá y es lo que más extraño”.
Más adelante, el entrenador reconoció que Bolívar es su lugar en el mundo y le gusta volver a su ciudad. “Disfruto mucho de la estadía acá, trato de no salir a vacacionar. Veo que ha crecido bastante, de años atrás a esta parte hay muchos lugares nuevos, ha crecido mucho en edificios que cuando yo era chico no existían”, describió.
A su vez, resaltó la seguridad que encuentra al volver a su ciudad natal ya que se mantienen las costumbres de dejar las puertas abiertas, por ejemplo, cosa que en México “no existe” y, “tener ese sentimiento de pueblo acá me da mucha tranquilidad”, sostuvo.
De cara a su futuro, uno de los objetivos que “siempre tuve claro” es volver a vivir a Argentina. Si bien no sería en el corto plazo, mencionó que su idea de ir a México fue para “mejorar en todo aspecto, pero siempre con las intenciones de volver. No creo vivir toda mi vida allá, la idea de vivir en Argentina la tengo muy presente”. Entre las opciones de su futura vida de nuevo en el país, se encuentran seguir dedicándose al tenis pero también planea “abrir un poco la cabeza e investigar por otro lado”.